Síntomas de la pulmonía

Frío en la cabeza o la garganta, fiebre temblorosa

La mayoría de los casos de la pulmonía comienzan con un frío en la cabeza o la garganta. El paciente siente generalmente un resfriado, una fiebre con temblores, una dificultad en la respiración, y un dolor agudo en el pecho. Esto se puede seguir por una tos con el esputo rosáceo, que puede llegar a ser más adelante pardusco(marrón). En niños jóvenes, la enfermedad puede causar delirio y convulsiones. La temperatura puede levantarse a 40,6 grados C y el pulso puede ir hasta las 150 pulsaciones por minuto. Una complicación común de la pulmonía es pleuritis.

Causas de la pulmonía

Gérmenes y virus

La pulmonía es causada por los varios tipos de gérmenes tales como estreptococo, estafilococo, y pneumococcus. Ocasionalmente, ciertos virus son también responsables de esta enfermedad.
Infecciones fungicidas y toxinas en el cuerpo

Otras causas son las infecciones fungicidas, irritación por los gusanos, inhalando la materia extranjera, el polvo irritante o los gases nocivos. La causa verdadera de la pulmonía, sin embargo, es una constitución debilitada por la presencia de toxinas en el cuerpo, especialmente en los pulmones y los pasos del aire. La acumulación de toxinas es debida a hábitos de alimentación incorrectos y a una forma de vida poco saludable.

Remedios caseros para la pulmonía

Tratamiento de la pulmonía usando alholva

Durante la etapa aguda temprana de la pulmonía, un té hecho de las semillas de la alholva ayudará al cuerpo a producir la transpiración, a disipar toxicidad, y a acortar el período de la fiebre. Hasta cuatro tazas del té puede ser tomado diariamente. La cantidad se puede reducir como la condición mejora. Para mejorar el sabor del té, algunas gotas del jugo del limón pueden ser agregadas. Durante este tratamiento, ningún otro alimento o nutriente se debe tomar, porque el ayuno y la alholva permitirá que el cuerpo corrija estos problemas respiratorios en algunos días.
Tratamiento de la pulmonía usando el ajo

El ajo es un remedio maravilloso para la pulmonía, si está dado en suficientes cantidades. Baja la temperatura, así como el pulso y la respiración dentro de cuarenta y ocho horas. Una pasta del ajo se puede también aplicar externamente en el pecho con resultados beneficiosos pues es una irritante y rubefaciente
Tratamiento de la pulmonía usando las semillas de sésamo

Las semillas de sésamo tienen valores en pulmonía. Una infusión de las semillas puede ser hecha empapando 15 gm de semillas en 250 ml de agua. Esta infusión, mezclada con una cuchara de sopa de linaza, una pizca de sal común, y un cuchara de miel, se deben dar en el tratamiento de esta enfermedad. Esto ayudará a quitar la materia y la flema catarrhal de los tubos bronquiales.
Tratamiento de la pulmonía usando el jugo de la pastinaca

El jugo de la pastinaca, un vegetal de raíz botánico conocido como Pastinaca sativa, se ha encontrado beneficioso en el tratamiento de la pulmonía. El jugo de las hojas y la raíz de esta planta poseen alto valor terapéutico. Los elementos del fósforo y el cloro contenidos en esto son beneficiosos a los pulmones y al sistema bronquial, así haciendo el jugo un remedio casero excelente para la pulmonía. El paciente debe tomar 250 ml de jugo a diario. Es sin embargo, esencial que solamente el jugo de la planta cultivada de la pastinaca se debe utilizar para este propósito. La variedad salvaje no se debe utilizar en jugos mientras que contiene algunos ingredientes venenosos.
Tratamiento de la pulmonía usando otros jugos vegetales

El jugo de zanahorias, en la combinación con el jugo de la espinaca, o los jugos de la remolacha y del pepino, también se ha encontrado útil en pulmonía. En estas combinaciones, 200 ml de jugo de la espinaca o 100 ml por cada uno de jugos de la remolacha y del pepino se deben mezclar con 300 ml de jugo de la zanahoria para preparar 500 ml o medio litro de jugo combinado.
Tratamiento de la pulmonía usando el aceite de trementina

El dolor de la pulmonía puede ser aliviado frotando el aceite de la trementina sobre la jaula de la costilla y envolviendo las lanas calentadas del algodón sobre él.